sábado, 12 de diciembre de 2009

Costumbres


"…Tengo la costumbre de esperar dónde no hay parada, de buscar en los bolsillos de mi ruina las monedas para el trolley que con sus cuernos no atraviesa más el túnel. Paseo en "the ladie from", adorno alternativas que seducen mis tedios más arraigados…Lo sencillo es tan fiel, que patética, a la hora de mi traducción: complico los sinónimos con miras de acaparar el disfraz y no resultar jamás a decodificador alguno material de traducción simultánea. Lloro hasta dormir y se acerca la muerte. Lloro extrañando el abrazo y duermo enjugada en mi sal. Repítome en la soledad dentro del llanto que algún lugar estará dispuesto en otra estructura para bordear con sus miembros superiores mi torso y claudicar a tantos años de pena y exilio. Casi olvido algunas veces para qué estamos, y olvido que no debo rendirme a la soledad, pero solo a veces creo que deba quemar las naves y enfrentar, hacerme de un lugar junto a alguien que tenga un sitio y busque el mío. Pero será necesaria la chispa para prender la pólvora que haga emerger la fábrica de cenizas y deje expuesto el terreno dónde planificar otra construcción. La resignación excomulga la verdad y el pasto crece sin piedad cubriéndolo todo.
Y cuando muera: solo lloraran dos o tres por pocos días y volveré a morir justo cuando nadie me nombre, ni me recuerde y mi cuerpo todavía tenga la misma forma que ahora. Y esté mi envase tan impoluto como casi siempre, como Cesar y otros tantos que no tuvieron a quien y les dolía, como ellos en que también he mutado intentando de a ratos aunque más no fuera dibujarme o hacerme un colage simulando alas del albatros que hubiera gustado ostentar ante la audiencia extasiada.
Pero no pasó, deslumbré seguramente a quien no quise y agradeciendo ignoré; fui para mi eje, sin dudas, alguien que oía, aconsejaba, abrazaba y tributaba en ahogados intentos de demostrar una esencialidad que no fue más que una idea. Mierda!!!..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario